POR: Mercedes Bautista|DICIEMBRE 2022| POEMA
Y si yo tengo el temido degolladero del hombre
y cuezo el pan mientras vislumbro el camino
y me guío entre la selva de cosas por hacer
Y si yo soy cueva
donde te pierdes y desapareces
Si yo soy la maga de lo cotidiano
de azuzar el fuego con mí aliento…
si todo ese poder está en mí
¿Por qué la cueva se hace estanque
a horas bajas de luz?
Si el temido degolladero escupe sangre
y solo quiere besar sin dientes
cuando hay palabras mágicas de amor
Y si yo soy el poder de nombrarte
y siempre te enuncio
con un rizado de dedos y de costumbre
Si resulta que soy lo crudo
y está en mis manos devorarte
amputarte el falo
y ofrecerlo
así
solamente
para que el sol siga arriba
¿Y si yo puedo?
Porque entonces abandonarme a tu calma
y electrocutarme sobre tu cuerpo
y ceder después a calentar las tortillas
Si a este cuerpo poderoso
le tiemblan las piernas en la noche
las dentaduras duelen de apretadas
y recuerdan los bocados duros
y no castran
ni muerden
Y si yo soy degolladero fétido
de espinas siempre verdes
¿Cómo es posible que en mis cuevas
nazcan hijos de pestañas largas
para hacer el viento
y la sonrisa donde late el sol?
Mercedes Bautista